Riesgos y consecuencias de la exposición solar sin protección

Riesgos y consecuencias de la exposición solar sin protección

Por Laura Mijelshon 

Es importante tener en cuenta los principales riegos y consecuencias de la exposición solar sin protección, el primer riesgo es la radiación UV presente en los rayos solares, la cama solar y otras fuentes emisoras de radiación, produce efectos a corto y a largo plazo sobre la piel. Entre los efectos a corto plazo se encuentran el enrojecimiento, la pigmentación oscura inmediata que se produce en minutos y puede permanecer varias horas, el oscurecimiento persistente que se produce en horas y puede permanecer por días, la pigmentación tardía, que se desarrolla en días y permanece por semanas y la pigmentación duradera que permanece nueve meses o más después de la exposición inicial. También la resequedad de la piel, a veces la picazón y el edema o hinchazón. A mediano y largo plazo se producen, manchas solares que se presentan en zonas típicas como el bozo, las mejillas y la frente conocidas como Melasma, un cuadro más frecuente en las mujeres, en especial bajo el influjo de las hormonas (embarazo, toma de anticonceptivos orales, trastornos endócrinos) o por otros medicamentos como algunos antibióticos, corticoides, etc. Otras manchas llamadas lentigos, son aquellas conocidas popularmente como “manchas de la vejez”, en realidad producto del fotodaño solar. Otro cambio es el afinamiento y adelgazamiento de la piel, con elastosis solar que es la afección de las fibras elásticas y colágenas de la dermis que, al dañarse, provocan flaccidez. También las marcas o cicatrices previas pueden pigmentarse más aun por efecto del sol.

El daño solar es acumulativo y comienza el primer día que la persona se expone a las radiaciones sin la correspondiente protección (niñez, adolescencia). La piel tiene “memoria”, expresión aplicada para comprender que los daños que se van generando a nivel celular en las distintas capas de la piel permanecen latentes y avanzan durante toda la vida.

El sol también tiene beneficios

Los beneficios del sol radican fundamente en la síntesis de Vitamina D, que en parte de su proceso de síntesis requiere de los RUV para su transformación química en la piel.

La producción de vitamina D en la naturaleza, requiere de la presencia de rayos UV, incluso la vitamina E presente en alimentos, requiere de la acción de los rayos solares, en algún punto de su síntesis.

Por ejemplo; los peces contienen vitamina D solo porque consumen algas del océano que sintetizan la vitamina D en aguas bajas por la acción de rayos UV.

Momentos recomendables para exponerse a sol

La restricción corresponde al horario de las “sombras cortas”, es decir cuando los RUV inciden verticalmente sobre la persona parada (de 11.30 a 16.00 hs), mientras que el horario de “las sombras largas” es más aceptable (hasta las 11.30 y luego de las 16.00). Igualmente siempre se debe utilizar protector solar en todo el cuerpo.

Cuándo y cómo aplicarlos- Tips de aplicación

En líneas generales se considera bloqueador solar a partir del factor 30, que impide el paso de los rayos solares.

Lo ideal es aplicarlo un rato antes de exponerse al sol, alrededor de 20-30 minutos. Colocarlo parejo y bien extendido, evitando su acumulación en algunas zonas y capas muy finas en otras, ya que esto puede favorecer la aparición de manchas o bronceados irregulares sobre la piel.

Tipos y texturas

· Gel: pieles con tendencia acnéica, grasas o personas que transpiran mucho-

· Emulsión o fluido: para pieles mixtas a acnéicas

· Crema: pieles secas o a si se requiere mayor adherencia y duración en el sitio de aplicación.

· Spray: en sitios pilosos y en grandes superficies

En la ciudad y vida urbana también es necesaria la protección solar

Los rayos UV están presentes en el aire e inciden sobre la piel aunque estemos caminando o esperando el colectivo. La única diferencia es la superficie sobre la que se está parado o caminando, ya que la arena, el mar, el río, la nieve son más refractantes de los rayos y aumentan su incidencia.

En la ciudad alcanza con usar factor de protección 20 en invierno y 30 en verano si no se expone directamente. En la playa, montaña, pileta de natación, usar máxima protección (50+), en el campo, intermedia.

Larisa Londero

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