Hipertensión arterial: la plaga silenciosa del siglo XXI

Hipertensión arterial: la plaga silenciosa del siglo XXI

La Hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad frecuente producida por el aumento de la presión sanguínea.

El aumento desproporcionado de la presión arterial termina afectando órganos vitales del organismo como corazón, riñones, sistema nervioso, visión, etc.

La presión arterial normal de un adulto alcanza un valor de máxima no mayor de 140 mmhg (milímetros de mercurio) y una mínima no mayor de 90 mmgh. Por encima de estos valores se considera que hay hipertensión.

Se requiere al menos dos mediciones de la presión arterial por encima de lo normal para diagnosticar la enfermedad a una persona.

Entre los factores de riesgo más comunes están las personas cuyos padres o hermanos tienen antecedentes de HTA.

De igual forma, las personas diabéticas presentan una mayor tendencia a la enfermedad.

El sedentarismo, el sobrepeso, la obesidad mórbida, malos hábitos de alimentación, el cigarrillo, el consumo de alcohol u otras drogas y el exceso en la ingesta de sal, son factores de riesgo que aumentan la posibilidad de ser hipertenso.

Otro factor que aumenta la posibilidad de sufrir de HTA es el manejo inadecuado de las preocupaciones y situaciones de estrés.

Síntomas. La HTA es una enfermedad silenciosa y, en ocasiones, puede tenerse la enfermedad sin padecer ningún síntoma.

Por ello es importante realizar las mediciones. La única medición de tensión arterial confiable es la que se realiza con tensiómetros (manuales o electrónicos). Los otros métodos caseros pueden llevar a la confusión.

En caso de presentarse, los síntomas y signos más frecuentes son:

Dolores de cabeza. Especialmente en la zona de la nuca,  acompañados de sensación de palpitaciones y latidos en el cuero cabelludo.

Zumbidos en los oídos.

Mareos. Muchos de ellos acompañados con sensaciones visuales como halos, luces y destellos.

Palpitaciones.

Sudoración.

No hay una edad definida para comenzar los controles de tensión arterial. Ante la sospecha de factores de riesgo, sintomatología o simplemente para conocer qué tensión arterial se tiene, lo mejor es recurrir al médico.

yortega

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