El trastorno de la imagen corporal afecta a adolescentes varones y hombres jóvenes
Un nuevo estudio revela que un número creciente de niños y hombres jóvenes está siendo diagnosticado con dismorfia muscular, una afección de salud mental que les hace sentirse “demasiado pequeños” o “no suficientemente musculosos.”
La dismorfia muscular -a menudo llamada “vigorexia”- se está convirtiendo en un problema serio entre los niños y los hombres jóvenes, advierte un nuevo estudio.
A diferencia de la anorexia, que gira en torno al miedo a ser “demasiado grande”, la dismorfia muscular implica sentirse “demasiado pequeño” o “no suficientemente musculoso”.
Una revisión narrativa de décadas de investigación concluye que el aumento de casos probablemente se debe a una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos y sociales.
Los investigadores señalan que las redes sociales, los “influencers” del fitness y la cultura de las celebridades promueven un ideal “delgado y marcado” que puede convertir el ejercicio y la alimentación en una obsesión.
Pero enfatizan que la dismorfia muscular no se trata solo de vanidad.
Es una condición de salud mental reconocida y las señales tempranas suelen pasar desapercibidas para padres, entrenadores y profesionales de la salud.
Las señales de alerta incluyen el ejercicio compulsivo, la alimentación rígida o excesiva y el uso de sustancias para mejorar el rendimiento como los esteroides anabólicos y los suplementos, las cuales implican serios riesgos, entre ellos problemas cardíacos y agresividad.
Otras señales de advertencia incluyen alejarse de amigos o actividades, preocuparse constantemente por el tamaño del cuerpo o permitir que los entrenamientos interfieran con la escuela, el trabajo o las relaciones.
Los tratamientos comunes incluyen la terapia cognitivo-conductual y la terapia basada en la familia.
Los autores de la revisión señalan que la dismorfia muscular a menudo se superpone con la depresión, la ansiedad y el consumo de sustancias, lo que complica el tratamiento.
Uno de los autores afirma: “Las personas con dismorfia muscular deben buscar ayuda profesional debido a las graves consecuencias físicas y mentales del trastorno”.
Los autores dicen que estos hallazgos subrayan la necesidad de una mayor concienciación, mejores métodos de detección y programas de prevención y tratamiento adaptados a adolescentes y adultos jóvenes.
